Una vida de princesa
Parece ser fácil, divertido y romántico, pero eso sólo pasa en los cuentos de hadas.
Me llamo Violet, soy una princesa, o mejor dicho era, mi madre falleció cuando yo tenía 2 años, mi padre murió antes de que yo naciera, tengo un hermano (Jonathan), y ambos estamos bajo la protección de David, un amable y simpático siervo de mi madre la reina Lilly Urubisa, David nos quiere. Desde pequeños Jonathan y yo siempre practicábamos cosas nuevas, al principio, toqué el piano, luego el violín, y luego la guitarra, estamos en una época avanzada, Jonathan toca la batería, él y yo tocamos excelente.
Pero la vida de una princesa no es fácil, debes recordar muchas reglas, leer muchos libros, tener muchos modales y prepararte para tomar el puesto de tu madre (la reina).
No puedo salir del castillo, pero siempre le digo a David, para ser una buena reina debo conocer mi pueblo, y siempre salgo gracias a esa frase, un día me encontré con el amor de mi vida, en el comedor, el primer día que nos vimos no dijimos nada, al segundo comenzamos a hablar el me dio su número de teléfono, yo le di el mío, pero el aún no sabía que yo era la princesa, al siguiente día recibí un gran regaño de David, porque había salido sin decirle nada, y adivinen, el chismoso esta vez fue Jonathan.
Cuando entré a su cuarto me sorprendí el tampoco estaba en el palacio, ¡JA! Seguro David no le dice nada. Bueno qué puedo hacer, subí a mi cuarto y llamé a él amor de vida, por cierto se llama: Joshua, lo llamé y le explique quien era, le dije que por favor me ayudara a salir de este castillo, el estaba en su casa y llegó en menos de 10 minutos al castillo, salimos de allí...
